Sin ser necesariamente un periodo convulso y crítico, si que es cierto que este periodo de transición entre la niñez y la edad adulta supone un periodo en el que el joven necesita adaptarse y soportar muchos cambios, algunos muy intensos y difíciles.
La relación con los padres, posibles divorcios, hermanos y entorno de amigos y compañeros son en muchos casos una fuente de crisis y angustia para el adolescente que aún no dispone de las herramientas adecuadas para afrontar las distintas situaciones vitales que se le presentan.
En otros casos, es cierto que ciertos trastornos tienen su inicio como punto de partida la adolescencia y es cuando aparecen esos primeros síntomas que pueden necesitar el diagnóstico adecuado para su posterior tratamiento.
Principales áreas de intervención
- Conflictos en las relaciones familiares.
- Conflictos en la esfera académica.
- Imagen y competencia social.
- Trastornos de ansiedad y depresión en el adolescente.
- Trastornos del comportamiento y adaptación social.
- Trastornos de la conducta alimentaria.
- Trastornos por abuso de sustancias: cannabis, cocaína, etc.
- Otros trastornos.